¡Muy buenos días! Saludo al alba,
cuando comienza a amanecer.
Y enérgica entra la luz a raudales
por las blondas de los visillos,
de mi corazón y del alma.
La soledad y la oscuridad
se disipa toda, por los cielos,
en este maravilloso nuevo día
que alumbran las auroras.
Con sus mágicos colores, suaves
de fresca brisa, aromática de paz.
Y cual gaviota libre, reinicio decidida
por el firmamento, mi renovado vuelo…